viernes, 4 de septiembre de 2009

Felicidad

- Ja, ja, ja, que bueno. -
- Yo me se otro. -
- Venga, cuentalo. -

- Entran dos amigos a un bar a tomarse algo y, mientras estan en la barra, entra en el bar un tio enorme, de tres por tres. En el bar se hace un silencio que te cagas mientras se acerca a la barra. Uno de los amigos le dice al otro:
"¿Que ha pasado? ¿Porque se ha callado todo el mundo?"
"¿No conoces a este tio? Es el pandereta"
"¿El pandereta?"
"Si coño. El pandereta. Lo peorcito del barrio"
"Bueno, bueno. No sera para tanto. Estos malotes luego si te enfrentas a ellos no tienen ni media leche"
"¿Que dices? Este tio es una mala bestia. Ademas no aguanta que le llamen pandereta"
"Ya sera menos. Veras como le llamo pandereta y el tio se achanta. Ya veras" y se va hacia él.
"¿Pero que haces Loco?"
Lo dicho. El colega se acerca al tio que era como un armario ropero, le da una palmada en la espalda y le dice: "Hola tio ¿Como te va todo pandereta?"
El bruto se da la vuelta "¿pandereta? ¿Me has llamado pandereta?" y le mete una hostia que el colega vuela hasta la otra punta del bar.
"Joder, pandereta. No se te puede decir nada"
El pandereta se le viene encima y empieza a pegarle puñetazos "A mi nadie me llama pandereta" y cuando se cansa le levanta con una mano y le tira atravesando el escaparate del local.
El tio, todo destrozado, lleno de sangre, se levanta en la acera y le dice atraves de la cristalera rota. "Pandereta, vaya caracter que tienes. si lo se, ni te saludo"
EL pandereta sale del bar y se va a por el tio "Que no me llames pandereta. Que nadie me llama pandereta" le tira al suelo y le empieza a dar patadas. De la primera le manda a la mitad de la calle, con los coches alrededor. Habia una rotonda alli, con una fuente en el medio, y de la segunda patada le estampa contra la parede de la fuente.
"pandereta, muy mal. No sabes con quien te estas metiendo pandereta. Al final no vamos a ser amigos pandereta"
"Que no me llames pandereta" Le agarra por el cuello y le mete la cabeza en la fuente "Llamame ahora pandereta. Venga, llamamelo ahora"
Y coge el tio, levanta las dos manos por encima de la cabeza y hace el gesto como si estuviera tocando una pandereta. -

- Ja, ja, ja, que bueno. -
- Jua, Jua, buenisimo -
- Y hace asi. que gracia tienes alhaja -

No tengo claro cual fue la fecha exacta. Solo se que era verano. Habiamos pasado el dia en el chalet de los padres de alberto. Un dia de piscina y risas con amigos. Podria enumerar las personas que estabamos alli ese dia, pero seguro que me dejaria a alguno. Recuerdo que estaba la madre de mis hijos cuando aun eramos amigos. Despues de cenar, antes de volver para casa, hicimos charleta.

Un vaso de cocacola on the rocks (todos los hielos que quepan en el vaso), una noche con temperatura agradable, la compañía de los amigos (algunos de los mejores, de los que siempre estan ahí), una conversación divertida, interesante o las dos cosas, unas mesas de ping pong rosas, la tranquilidad de una vida sin excesivas preocupaciones (todavía).

"Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante "
Poema: No volvere a ser joven
Jaime Gil de Biezma. Barcelona 1929-1990

Cuando tengo un momento de bajon siempre me gusta pensar en algo que me alegre, que me traiga buenos recuerdos, algo que me haga sacar esa sonrisa perezosa. Mi momento feliz. No se por que pero últimamente me viene este momento en particular.

La felicidad esta en las cosas pequeñas, no tanto en tener como en no necesitar.

"Felicidad
que bonito nombre tienes
Felicidad
vete tú a saber dónde te metes "
Felicidad
La Cabra mecanica



2 comentarios:

  1. ¡Genial! si vas a poner un chiste en tu blog, que sea el del pandereta, ¡no hay duda!

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  2. Tienes toda la razón, ya lo dice la frase "cualquier tiempo pasado fue mejor".
    No obstante, siendo sinceros, aparte de los achaques y sinsabores de la edad, lo cierto, es que no estamos todo lo preparados que debieramos, para asumir responsabilidades...vamos, para crecer en definitiva.
    Eso me hace pensar que la generación de nuestros padres, donde ya crecieron con responsabilidades sin haberlas pedido, no piensan tanto en tiempos anteriores.
    Y que por supuesto, a nuestros hijos les costará aun mas desprenderse de la etapa feliz de la adolescencia.
    No me enrollo más, Jose, pero yo tambien hago lo mismo a veces.

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