viernes, 22 de enero de 2010

Robots

El primer año de carrera aprobé 3 de 5. Me quedaron Biología (Que no la había dado en la vida) y Matemáticas (Calculo, álgebra y estadística. Solo para valientes). Como solo podían cogerse asignaturas de segundo si te quedaba unicamente una de primero, se me presentaba un segundo año de carrera bastante relajadito. Que bonita es la vida de estudiante. Por ello, decidí entretener mi tiempo con otra materia alternativa, en la que poder ocupar las horas entre clase y clase. El año dos de mi periplo universitario estudie biología, matemáticas y mus.

Que tiempos aquellos. Fue el año que prohibieron jugar a las cartas en la cafetería. Fue el año en que no llegue a las semifinales del torneo de mus de la escuela, junto al ingeniero De Pablos. Siendo mano, con tres reyes caballo, en la partida decisiva, me marque un órdago ganador y perdí memorablemente ante cuatro reyes traidores de mi contrincante. Muchos descartes había habido en esa mano. Maldita sea mi estampa.

Fue el año de los “Ciervans”. Ángel, Roberto, Javi, Andrés y yo (No recuerdo si había alguno mas) formamos el equipo de futbito que mejores primeras partes hacia de todo el campeonato. Fue el año en que Alfonso me presento a Oasis y Javi a U2. Fue el año que decidí olvidarme de la carrera de informática, la que siempre había querido, y centrarme en la que estaba entonces. En este segundo año ya nos conocíamos todos. De la clases de dibujo, de las practicas de física o de química, de la cafetería, del rato esperando en la puerta a que llegase el profesor de turno. Con un año de experiencia, ya tenias datos para saber quien te caía bien y quien no. Ahora era cuando se formaba el verdadero grupito de colegas que te acompañarian en la larga travesía prelaboral.

Yo reconozco que tuve la suerte de cara. Seguro que era año par. Coincidí con gente que, a día de hoy, considero buenos amigos. Y eso no lo puede decir todo el mundo. Y aunque hemos dejado algún cadáver por el camino, el grupo ha crecido, y lo que te rondare morena. Las parejas de cada cual, los vástagos casi casi de la misma edad, y el Facebook. Por que no hay como querer que no te encuentren para que te localizen en el facebook, y ya la has cagao. Que se lo digan a Ernesto y a Alfonso.

Es increíble pensar, con la perspectiva que te da ver esa época desde la distancia de los años, que sigamos manteniendo el contacto. Unas veces unos, otras veces otros, hemos conseguido tirar del grupo y mantener nuestras reuniones con regularidad. Eran escasas al principio, por que todavía no teníamos controlado lo del correo electrónico. Y aun así, convertimos en lugar de culto, hasta que lo cerraron, el restaurante italiano de la carretera de Boadilla. Ahora, por fortuna, son cada vez mas frecuentes. En cualquier centro comercial de la capital. Apretujados en alguna de nuestras respectivas casas. En el increíble chalet de Esther, degustando la magnifica paella made in Manolo. Ante la nuevas incorporaciones, creo que habrá que viajar algún día a tierras de Castilla. Si hay que hacerlo se hace.

Creo que hemos logrado formar un grupo bastante heterogeneo, pero cohesionado. Tenemos informáticos, delineantes, contables, funcionarios,… Y el otro día me entere que tenemos una Rock and Roll star, como diria loquillo. "Orleans" se llama su grupo. Ernesto es el que toca el bajo. Mirale, que serio se pone para salir en el youtube, cuando todos sabemos que es un cachondo mental.


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