viernes, 26 de noviembre de 2010

El intrincado laberinto de la Rosa

"Como mi abuela me contaba: Cuanto màs sepas màs libre seràs. Da igual lo que el mundo diga de ti, lo importante es lo que tù pienses de ti misma."
Pag. 155

Yo no lo sabia, pero me lo ha contado Carmen Noël. En Madrid, sin que lo sepamos, viven personajes fantásticos, sacados de una fabula maravillosa.

En Madrid, vive el amor, la vida, y se llama Yamila.
En Madrid, vive la quietud, el sopor, y se llama Julum.
En Madrid, vive la muerte, la parca, la señora, y se llama Saida.
En Madrid, vive el tiempo, el jinete veloz, y se llama Faris.
En Madrid, viven dos enamorados, el día y la noche, la claridad y la oscuridad, se llaman Najar y Leila.

"Madrid creció sin dueño, engalanada por muchos perfumes, pero con alma de abismo, como lo tienen las rosas, y nadie mas"
Pag. 126

Estos personajes y otros, mucho mas reales, son los protagonistas de un viaje por las calles de Madrid. Del Madrid de los árabes y el de los austrias. Del Madrid de la guerra civil y la posguerra. Del Madrid de hoy.

"Magia es mirarse al espejo y reconocer, que, siendo los mismos, "magicamente" vamos cambiando"
Pag. 222


Madrid es muy grande. Pero la casualidad hace que, en este magnifico libro, recorramos el mismo Madrid que yo vivo. El Madrid de la Gran Vía, Callao, Plaza de España, del Templo de Debod y La Plaza de Oriente. El Madrid de la Calle Mayor, de la Plaza de las Descalzas, de el Callejón de San Ginès, de la Plaza Mayor, de Arenal. De los Jardines de Sabatini, de Sol, de Montera, de la Cuesta de San Vicente, de la plaza de las Comendadoras. Y de Vallecas.

"Que hermosa es la mañana que me habla de ti"
Pag. 249

Carmen Noël tiene gente especial que vive detrás de sus palabras, admiradores incondicionales, que me hablaron de este libro. Y lo compre, con la ilusión de una lectura nueva, sin saber de lo que iba, sobre que trataba, cual era su historia. Y me sorprendió encontrar una historia de lugares cercanos, de seres fantásticos y personas muy reales, de momentos dulces y amargos, de esperanzas nuevas y de tiempos pasados que no volverán, pero que siguen aquí. Carmen consigue tejer unas historias excelentemente bien escritas.

Y eso me ha abierto los ojos. Creo que las personas que nos gusta escribir podemos dividirnos en varias categorías. Las que escriben mal, las que escriben, las que escriben bien y los escritores de verdad. Carmen es de estos últimos. Y me ha hecho pensar lo fácil que es escribir y lo difícil que es hacerlo bien. Porca miseria.

Solo me queda hacer un breve comentario. De todo el libro, permitidme quedarme con el capitulo veinticinco, el pétalo veinticinco, que me volvió a traer a la memoria "La hoja roja" (1959) de Delibes. Y eso es mucho. Uno de mis libros preferidos. Uno de mis autores preferidos.

Gracias a Eduardo por recomendármelo y a Carmen por escribirlo.

1 comentario:

  1. Me has puesto los dientes largos, espero que me lo dejeis cuando os lo hayais leído, si sigo comprando libros y/o zapatos, me echan de casa

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