viernes, 11 de diciembre de 2009

Boys are back in town

"-Sí -dijo D’artagnan-, seamos siempre mosqueteros y guardemos por única bandera la famosa servilleta del baluarte de San Gervasio, en que el gran cardenal mandó bordar las tres flores de lis.-
-Cierto- dijo Aramis-¿qué importa que seamos cardenalistas o frondistas? Lo que interesa es tener buenos padrinos para un duelo, amigos a toda prueba para un asunto grave y compañeros alegres para una broma.-
-Y cuando nos encontremos en la pelea -repuso Athos-, a la voz de Plaza Real pasemos la espada a la mano izquierda y tendámonos la derecha, aunque lluevan cuchilladas.-
-Habláis admirablemente-dijo Porthos."

Capitulo XXXI. La Plaza Real.
Veinte años despues. (Continuación de los tres mosqueteros).
Alejandro Dumas


Los tres Mosqueteros eran cuatro. Curioso ¿Verdad? Yo, que me considero un tipo con suerte, soy uno de ellos. A los otros tres los conozco de siempre. Vamos, desde que tengo recuerdos que merece la pena recordar. Ahora que me estoy leyendo la segunda parte del famoso libro, se quienes somos cada uno de nosotros.

Alberto es D’artagnan, oficial del cuerpo de Mosqueteros. Recio, valiente y leal, fanfarròn y algo bocazas. Los años que lleva de servicio con los mosqueteros han conseguido apaciguar sus ímpetus juveniles. Pero dentro lleva al formidable soldado que le devolvió a la reina, Ana de Austria, sus arretes de diamantes, pasando por encima del Cardenal Richelieu.

Roberto es Aramis, ahora padre Herblay. Bravo, elegante y divertido, reservado y impuntual. A pesar de ser un afamado miembro de la corte, sobre todo entre las damas, a tomado un camino mas espiritual. Ahora es hombre de iglesia, pero a su manera, y no duda en embarcarse en una nueva aventura movido por sus ideales.

Oscar es Porthos, señor de du Vallon de Bracieux de Pierrefonds. Grande, noble y fuerte, testarudo y parlanchín. Es el unico que tiene muy claro lo que quiere. Quiere ser Barón. A pesar de ser el mas acomodado de todos no duda en dejarlo todo para ayudar a un amigo.

Y yo, con dos cojones, soy Athos, Conde de La Fère. Sobran los adjetivos, eso corre a cuenta de otros. Antiguamente, un juerguista redomado. En la actualidad un noble conde, justo con sus vasallos, elegante, culto y rendido en la educación de su hijo.

A fe mía, que hombre, como amigos no puede tener a caballeros de tan alta catadura. Merecen estas lineas porque a ellos les debo mucho de lo que soy y seré. Sabe Dios que aunque aventuras nos aguardan por estas tierras castellanas, reconfortado estoy de hacer este viaje en tan buena compañía.

Y como se que se olvidan de todo, solo quiero recordarles que tenemos una cita dentro de dos años, para celebrar lo mucho que nos queda por delante.


Guess who just got back today?
Them wild-eyed boys that had been away
Haven't changed, have much to say
But man, I still think them cats are crazy

Boys are back in town. Thin Lizzy


3 comentarios:

  1. Pues entonces yo seré o la buena pero casada Constance Bonacieux o el pendón desorejado de Milady de Winter, creo que me inclino más por la segunda, desde luego se lo pasó mejor, ¿no? pero el final de ambas es más o menos, o envenenada o decapitada, ufffff

    ResponderEliminar
  2. Compañera, gracias a Dios, eres la buena pero casada Constance Bonacieux. Milady de Winter es el amor y la traicion. Y te prometo que siempre he preferido a Constance que a Milady.

    ResponderEliminar
  3. Apañero, tienes razón ¡como siempre!, no veo yo a Milady de Winter con el ganchillo tramando conspiraciones, ¿no?

    ResponderEliminar

Los comentarios en esta página están moderados, no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Nos comprometemos a publicar todo mensaje que busque participar de las conversaciones que se darán en este blog. La política de moderación es sencilla: no se permite spam, ni insultos, ni comentarios fuera de lugar (off-topic). Los comentarios que incumplan esas normas básicas serán eliminados.